
El parque de la Pedrera del Coll, es un espacio desconocido para mucha gente, a pesar que tanto dentro como a su alrededor se puede disfrutar de diversas formas de arte. Sin lugar a dudas la obra más popular es la de Eduardo Chillida: el Elogio del agua o también llamada Narciso. Una pesada masa de más de 50 toneladas de hormigón colgada boca abajo, suspendida sobre la balsa mirándose a sí misma sobre el espejo que le hace el agua. Os invitamos a seguir el recorrido propuesto por la cresta del parque buscando los rincones donde ver mejor esta imagen sobre el agua.
¿Se te ocurre porqué del nombre de la pieza?
Esta obra se encuentra en la actual ubicación tras caer del lugar donde se encontraba el año 98.
También encontramos más desapercibida, a pesar de sus 10 metros de altura, una pieza de la artista Ellsworth Kelly, justo a la entrada de la esplanada.
Para los más curiosos podéis encontrar al inicio del recorrido, justo antes de empezar a subir las escaleras en la parte trasera, los restos tapados de una caseta que albergaba, hasta el inicio del parque, un pesebre célebre de Josep Pinyol. Tanto era así que captó la admiración del artista Dalí hasta llegar a hacerse grandes amigos.
Si sois amantes de la arquitectura o la geología os recomendamos visitar unos metros más arriba del parque, justo siguiendo la calle principal, la Casa de la familia Sansalvador, hoy Museo Archivo Histórico del Barrio, donde Josep Maria Jujol nos cautiva con formas, materiales y formas de base natural y un subsuelo lleno de túneles con mucha historia.