
Su restaurante es el resultado de la fe en el buen producto y la buena elaboración.
Ubicado desde hace más de 90 años junto al Mercado de la Boquería, la catedral gastronómica de Barcelona, a un paso de la Rambla de Canaletes y rodeado de tiendas y numerosos lugares de interés cultural, han hecho del trato familiar, el ambiente cercano y el equilibrio entre tradición e innovación su creencia.
Por eso, dicen que compartir una comida en el Santa Ana es una experiencia divina.
Esta organización está adherida al
Compromiso para la Sostenibilidad Turística Barcelona Biosphere