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Manuel Tort está orgulloso de ser la quinta generación de comerciantes establecidos en el Poble Sec, por parte de madre y en el negocio de la fruta. La madre precisamente, María Luisa, que da nombre a la tienda, cambió de negocio en quedarse esta pescadería, donde ahora sigue el hijo, y aún dos más. Pero cuando ella faltó, Manel decidió que era un no vivir con una tenían suficiente. "Mala semana. Con los temporales, el pescado ha subido mucho de precio", explica a una clienta, y otra: "Guarde el pescado en la misma bolsa que le doy, pues le mantendrá la humedad, y póngala en la nevera, con una hoja de perejil ".
Como que está muy involucrado en el barrio, aprovecha la ocasión para informar de todo lo que se mueve, y la frontera natural entre vendedor y comprador aquí no existe. Asesora no solamente en el producto, sino también sobre la manera de conservarlo y de cocinarlo.
Sólo tiene pescado del Mediterráneo y del Cantábrico, con alguna excepción como el salmón, "que debe ser noruego, el mejor", afirma. Tiene salsas artesanas "de una casa de Girona, con mucha calidad": alioli, romesco, caldo de pescado, vinagreta ..., y latas de caviar de los Pirineos franceses.