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Los jardines rodean el monasterio románico de Sant Pau del Camp, uno de los tesoros arquitectónicos de Barcelona. Un espacio renaturalizar dentro la apretada trama urbana del barrio del Raval.
Los grandes parterres de césped que conforman una pequeña colina son los grandes protagonistas de estos jardines Los jardines circunvalan el monasterio románico que le da el nombre, pero, a pesar de que el edificio es el nivel de la calle, el diseño del parque permite que el edificio se pueda contemplar desde lo alto de la pequeña colina que corona los jardines. Entre parterre y parterre hay caminos semicirculares excavados entre muros de media altura con poyos donde sentarse un rato.
historia
No se sabe exactamente cuando se construyó el monasterio de Sant Pau del Camp, pero se edificó en las afueras de la ciudad, entre los huertos y los campos que rodeaban el recinto amurallado de camino hacia la montaña de Montjuïc. La lápida funeraria encontrada en el monasterio en 1596 y que sellaba la tumba del conde Guifré Borrell, hijo de Wifredo el Velloso, (muerto en 911), hace pensar que por aquellas fechas el monasterio ya existía, y que éste representaba un lugar de notable importancia si un miembro de la casa condal barcelonesa estaba enterrado. Fue un monasterio benedictino hasta que los monjes lo abandonaron en 1835. En 1987 fue declarado Monumento Nacional
biodiversidad
En ellos destacan los árboles que los ornamentan, sobre todo las moreras (Morus alba), las tipuanas (Tipuana tipu) y los chopos (Populus alba 'Pyramidalis'). El cerro termina en una pequeña plaza sombreada por tipuanes, un lugar privilegiado desde el que se puede ver cómo trabajan los usuarios que cultivan el huerto urbano que hay en estos jardines, justo detrás del monasterio. Al lado, en un gran espacio de tierra protegido por amplias copas de árboles de sombra, se ubican pistas de petanca y un área de juego infantil. Un muro por donde trepan las buganvillas cierra el espacio
Arte y arquitectura
La iglesia de San Pablo del Campo es de una única nave con planta de cruz griega. Tiene tres ábsides y una cúpula con transepto. El interior es cubierto con bóveda de cañón. La portada de la iglesia la enmarcan dos columnas terminadas en dos antiguos capiteles visigóticos hechos de mármol. En el tímpano hay una imagen de Jesús rodeado por los apóstoles Pedro y Pablo. También se puede apreciar una inscripción que invita a los visitantes a entrar. El exterior del edificio está decorado con lombardas ornamentadas con caras humanas, animales fantásticos y vegetales. El claustro, pequeño, es quizás el elemento más característico del monasterio. Está situado al sur de la iglesia, de planta sensiblemente cuadrada. Tiene un pilar cuadrado en cada ángulo y cuatro pilares más entre ellos. Entre los pilares hay parejas de arcos soportados por columnas y capiteles. La característica del claustro la encontramos en los arcos lobulados, no todos iguales, ya que hay de tres y de cinco lóbulos por cada arcada. Las columnas y capiteles no son unitarios, hay de dimensiones diferentes y la decoración que presentan también varía mucho: vegetal la mayor parte, y también con animales fantásticos.