• 
• 

El antiguo municipio de Sant Andreu, anexionado a Barcelona en 1897, tiene una larga historia como pueblo, ya que incluso en Sant Andreu se ha podido documentar suficientemente la presencia del hombre en época prehistórica con varios testigos. Los primeros núcleos de población de la época romana surgieron junto al camino de conexión de Barcino con la Vía Augusta del Vallés, que pasaba por la actual calle Gran de Sant Andreu, para unirse a la altura de la plaza de Mosén Clapés, con otros de los principales caminos que cruzaban el Pla de Barcelona.

Al llegar la edad moderna, la posición geográfica de Sant Andreu favoreció el desarrollo de la población, especialmente por estar situado en el camino, que en la época medieval se nombraba Camí Ral, que comunicaba los núcleos principales del Pla de Barcelona con la comarca del Vallés y todo el tras país interior. Otra ventaja era su emplazamiento en medio del curso del Rec Comtal, un canal de origen romano que llevaba el agua del río Besos, y más tarde de la mina de Moncada, hacia la ciudad, permiten la existencia en Sant Andrés de una importante huerta, y asimismo, hizo posible una de las actividades más importantes del período, los molinos harineros.

Con el decreto de Nueva Planta, del año 1716, Sant Andreu se convirtió en municipio independiente. A principios del siglo XX, San Andrés ya no era el mundo básicamente rural de los siglos anteriores, hacía medio siglo que se habían instalado fábricas textiles y la posterior ocupación ferroviaria de buena parte del territorio, había aportado mucha mano de obra industrial, transformando, lógicamente, la composición del municipio.

La calle Gran de Sant Andreu, el antiguo camino romano, después Camí Ral y años más tarde Carretera de Ribes, junto con la plaza del Mercat, hoy plaza del Comerç y el centro histórico y administrativo de la plaza de Orfila, eran la centro comercial y social del antiguo pueblo y lo siguió siendo después de la agregación a Barcelona.

Hoy en día el Eje Comercial de Sant Andreu está ubicado en estas mismas calles, junto con otras calles también comerciales, como la Rambla de Fabra i Puig, la calle Concepción Arenal y otras. En su zona, sin duda la más importante de esta parte de Barcelona, existen casi ochocientos comercios, entre los que se dedican al por menor y los del sector servicios. El comercio del eje tiene una oferta muy completa y variada, con tiendas familiares, entre otras marcas, cadenas comerciales y franquicias.

El Eix Sant Andreu organiza múltiples y continuadas actividades para promover el comercio de su área. Y tiene muy claro que tanto los comerciantes como los vecinos, que han mantenido la fuerte personalidad que les proviene de su pasado, quieren un barrio donde la gente pueda vivir, trabajar, comprar y divertirse, es decir, el modelo de ciudad mediterránea. Que esta filosofía funciona, lo demuestra la gran cantidad de gente que pasea por las calles del eje y la buena marcha de los comercios, que cada día que pasa son más numerosas y ocupan ya calles con, hasta ahora, menor trascendencia comercial.

La zona cuenta con muy buenas comunicaciones, no es de extrañar, ya que Sant Andreu fue uno de los primeros municipios del Pla de Barcelona que quedaron enlazados con el centro de la ciudad por un nuevo medio de transporte público sobre raíles. El primer tranvía de vapor llegó al pueblo en 1877, y se electrificó en 1902. Desde entonces las cosas han cambiado mucho y en este caso para mejorar. Tres paradas de metro, diez líneas de autobuses y dos estaciones de tren, además de las futuras estaciones del tren de alta velocidad y las de cercanías que estarán muy cerca, garantizan el desplazamiento hacia el eje desde en toda Barcelona, de los pueblos de alrededor y de las poblaciones más alejadas.

Tanto los comerciantes como los vecinos han mantenido la fuerte personalidad que les proviene de su pasado, y quieren un barrio en el que la gente pueda vivir, trabajar, comprar y divertirse, es decir, el modelo de ciudad mediterránea.