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Estos jardines alargados son una conexión amable entre la Diagonal, la plaza de Pío XII y la avenida de Pedralbes, una alternativa más modesta, en superficie y frondosidad, a la que ofrecen los vecinos jardines del Palau de Pedralbes. Ambos jardines comparten el pasado rural, como parte de masías que luego fueron convertidos en fincas de la alta burguesía. Un pasado, como zona de paso, que han preservado a la perfección.
La Fuente de los Pajaritos era un espacio de recreo y encuentro de los barceloneses y barcelonesas que recogían el agua del chorro que alimentaba una antigua mina y que se cree se encontraba en la calle del Marqués de Mulhacén, junto al límite superior de los jardines. Entonces, la actual plaza de Pío XII estaba ocupaba por un masía con una capilla donde se veneraba una imagen del Cristo de la Estrella, que daba nombre al mas. Esta capilla contaba con una notable afluencia de visitantes, dado que para volver de la Fuente de los Pajaritos hacia ciudad, se acortaba un buen trecho de camino cruzando por el Mas de la Estrella. La propiedad consentía el derecho de paso siempre que los peatones hicieran hacia la capilla.
El Congreso Eucarístico de 1952 celebrado en Barcelona escogió la plaza de Pío XII como punto para levantar el altar monumental, entre otros motivos, porque era el punto donde se había asentado la capilla dedicada al Cristo de la Estrella. Masía, capilla, imagen, mina y fuente desaparecieron devorados en la dinámica de crecimiento urbano. Finalmente sólo nos ha quedado el nombre del jardines para llevarnos el recuerdo de una fuente, la memoria del agua.
Los jardines tienen un vial pavimentado bordeado por plátanos (Platanus x hispánica) y un paseo que transcurre en paralelo a la zona pavimentada y con parterres irregulares rellenos de cipreses (Cupressus sempervirens) y palmeras de las que podemos encontrar de las especies más comunes en la ciudad: palmeras de Canarias y datileras (Phoenix canariensis y Phoenix dactilifera) y Washingtonias (robusta y filifera).
En lo alto del jardín hay unos cuantos ejemplares de eucalipto (Eucalyptus globulus) y de pinos (Pinus pinea) de tamaño grande. Como árbol de flor hay bastantes ejemplares de braquiquítones (Brachychiton acerifolius). Conocido popularmente como el árbol botella, hace unas flores en forma de gran campana rosada. El otro árbol floral que podemos encontrar, atravesando los jardines, es el árbol del amor o árbol de Judas (Cercis siliquastrum). Rodeando el arbolado en los parterres encontramos también todo un conjunto de plantas arbustivas mediterráneas y, rodeando el área de perros, hibiscos (Hibiscus syriacus) y jodan (Photinia serrulata).