La Fuente Mágica tiene unos 7.000 millones de combinaciones posibles de agua y luz gracias a la posibilidad que tiene de conjugar los elementos hidráulicos y de iluminación de los que dispone:
Un generador de coreografías crea propuestas a partir del análisis de la pieza musical de forma automática. Un análisis porcentual y semántico que tiene presente la lectura de parámetros como la estructura melódica, el tempo y el ritmo musical, pero también elementos de carácter más abstracto relacionados con la percepción musical humana, es decir, con sentimientos, conceptos y significados.
El generador utiliza un sistema algorítmico para producir la propuesta, es decir, a partir del análisis realizado, desarrolla un conjunto de instrucciones que ordena y organiza en una secuencia progresiva. Dadas las posibilidades de combinatoria de los elementos que intervienen en la fuente -juegos de agua, colores, luz y música-, las posibilidades secuenciales se multiplican.
La coreografía generada de forma automática permite introducir variaciones manualmente y modificar el mapa coreográfico en aspectos como el uso de una determinada gama cromática, el dinamismo de la coreografía, el número de repeticiones de una misma secuencia o que un efecto del agua se asocie a un determinado ritmo o sensación. Por ejemplo, permite asignar a músicas melancólicas efectos de agua vaporosos o, en caso de músicas más vivas, imprimir un carácter más alegre y festivo, incrementando el brillo de la luz y variando el grosor y forma de los manantiales.
Con el nuevo simulador, todo el proceso de generación de una nueva coreografía se puede completar en solo 3 minutos. Este hecho supone una gran ventaja con respecto a la creación de coreografías a medida o para acontecimientos especiales.