
En 1877 se inauguró el prometido tranvía de vapor e iba de San Andrés del Palomar en el Arco de Triunfo.
La impulsó el empresario Aleix Soujol.
La nueva línea hacía un recorrido de casi seis kilómetros entre la zona del Arco de Triunfo actual y la calle Gran de Sant Andreu esquina con Abad Odón. Los vagones podían alojar hasta 30 personas sentadas. Esta nueva comunicación supuso, según el historiador Joan Pallarès, una gran mejora para los vecinos de San Andrés, la Sagrera y Clot. Según Pallarès, el tranvía permitiría una conexión directa con la ciudad, tenía salida cada media hora y "colocó San Andrés en el mapa". Además, el paso del tranvía supuso el progreso de zonas poco pobladas y agrícolas: se crearon barriadas nuevas como la de Masadas al actual Sagrera o se establecieron nuevos servicios como el colegio Jesús, María y José en San Andrés.
Por otra parte, el tranvía también ocasionó accidentes por la velocidad que llevaba, superior a la de los caballos. Además, vehículos, tranvías y carros de caballos tenían que compartir la zona de circulación.
Los talleres de reparación y las cocheras estaban en la antigua fábrica de Can Balcells, que estaba ubicada en el edificio del Centro Cívico de San Andrés actual. El Tranvía de Fuego circuló durante 25 años y fue sustituido en 1902 por tranvías con tracción eléctrica.