
Con el nombre popular de
Desierto de Sarrià, se conoce el jardín público al final del paseo de Santa Eulalia.
Según la tradición, Santa Eulalia vivió en este lugar que entonces se llamaba "Terre sanctae Eulaliae". Imaginemos una casa romana del siglo IV, cuando todo el desierto estaba lleno de árboles y brotaba una fuente muy visitada por los barceloneses en procesión, para tomar el agua que les daba salud y ventura.
Posteriormente tal como hemos dicho, esta finca se cedió a los capuchinos en 1578, que la convirtieron en un jardín místico lleno de árboles y figuras de barro. A finales del siglo XIX José Ricart y Josep Maria Sert fundaron un asilo para personas con diversidad funcional.
Información extraída de la publicación "Itinerarios: Sarrià: casco antiguo" editada por el distrito de Sarrià-Sant Gervasi en 2007 de la autora M. Palau-Ribes.