La ciudad de Barcelona es muy compacta, con mucha impermeabilización a causa de su confinamiento entre los ríos Besòs y Llobregat, a este y oeste; y el mar y Collserola, al norte y sur, respectivamente. El clima es muy estacional, con lluvias muy concentradas en otoño y primavera; y veranos e inviernos secos. Tiene un riesgo medio de inundaciones. Esta impermeabilización provoca dificultades para gestionar el vertido en el área urbana. La red de saneamiento unitario puede sufrir colapso en caso de lluvias intensas.
Can Cortada se diseñó como nueva urbanización con zonas verdes y vial interior entre las avenidas de Can Marcet y del Estatut de Catalunya con un Sistema Urbano de Drenaje Sostenible (SUDS)
Los objetivos de estas actuaciones son:
• Reducir los caudales punta en eventos de precipitación.
• Favorecer la infiltración del agua de lluvia en el terreno.
• Recargar los acuíferos naturales.
• Limitar el aporte de agua de lluvia a la red de saneamiento de la ciudad.
• Extraer agua de subsuelo para riego y limpieza mediante la red de agua freática.
Se prioriza la creación zonas vegetadas reduciendo el pavimentando al mínimo necesario. Se escogieron pavimentos permeables para reducir la escorrentía y la erosión en los límites de las zonas verdes. Las zonas pavimentadas se sitúan a una cota superior a las vegetadas para conducir el agua de escorrentía hacia ellas, detenerlas e infiltrar en el terreno.
El agua pluvial proveniente de la red separativa de la edificación también se vierte a estas zonas vegetadas favorecida por la topografía del terreno y la distribución de parterres y cunetas vegetadas, para ser recogida en un depósito de infiltración, si bien los aliviaderos situados en los cuencos finales de cada una de las redes están conectados con la red de saneamiento unitaria.