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El Parque de la Pegaso es un espacio lleno de vegetación exuberante, con grandes espacios abiertos y otros muy arbolados, recogidos y sombríos. Un canal sinuoso serpentea por el centro del parque, y pequeños puentes permiten pasar de una orilla a la otra. Es un espacio mágico, por variado ya veces un punto salvaje, que se va descubriendo a medida que uno se adentra.

Historia
Está situado en los terrenos que antiguamente ocupaba la fábrica de camiones de ENASA (Empresa Nacional de Autocamiones, SA), entre los antiguos núcleos históricos de San Andrés y la Sagrera. El nombre del parque proviene de los camiones Pegaso que se producían en esta fábrica. Fue diseñado por los arquitectos Enric Batlle y Joan Roig y fue inaugurado en 1986v


Biodiversidad
Cerca del canal, la vegetación evoca el paisaje de ribera con desmayos (Salix babylonica), álamos (Populus alba), chopos del Canadá (Populus x canadensis), paragüitas (Cyperus involucratus) y cipreses de los pantanos (Taxodium distichum). Cerca del agua también hay tamariscos gálicos (Tamarix gallica), papiros (Cyperus papyrus) y grandes grupos de bambú (Phyllostachys sp). En este parque también encontramos ombúes (Phytolaca dioica), magnolias (Magnolia grandiflora), palmitos (Chamaerops humilis), falsos pimenteros (Schinus molle), esparmànies o tilos de salón (Sparmannia africana), eucalipto (Eucalyptus globulus), cedros del Himalaya (Cedrus deodara), jacarandas (Jacaranda mimosifolia) y árboles de los escudos (Ginkgo biloba), junto a especies tan mediterráneas como la encina (Quercus ilex) o el pino piñonero (Pinus pinea). También se pueden ver ejemplares de mimosa floribunda (Acacia retinodes), y las palmeras datileras (Phoenix dactylifera) son las grandes protagonistas del paseo que rodea el parque. Entre los arbustos hay Abelia (Abelia floribunda), adelfas (Nerium oleander), troanelles (Ligustrum ovalifolium), pitósporos (Pittosporum tobira) y durillos (Viburnum tinus).


Paisajismo y diseño
Atravesada la puerta, lo primero que hay es el parque infantil de tráfico de la Sagrera. Delante de la portada hay una hilera de bancos ombrats con palmeras datileras, los respaldos de los cuales están adornados por el verdor de la hiedra. A la derecha, un canal comienza su recorrido hacia dentro del parque, y detrás de los bancos una vegetación frondosa. El parque se ordena en dos sectores: una explanada a la sombra de los plátanos bordeada por aligustres y el lago y un sistema de pequeños cerros inspirado en los jardines decimonónicos de Fontserè. En la parte superior del parque hay un paseo con pérgola que rodea un polideportivo y las áreas de juego infantiles. El canal atraviesa en diagonal, desde la entrada por la calle Gran de la Sagrera hasta el extremo que bordea la calle del Pegaso, y el agua corre entre una vegetación exuberante y sombría que recuerda la de los bosques de ribera. Puentes tan originales como un de estilo tradicional japonés cruzan el canal en diferentes puntos de su recorrido.

Paisajismo y diseño
Atravesada la puerta, lo primero que hay es el parque infantil de tráfico de la Sagrera. Delante de la portada hay una hilera de bancos ombrats con palmeras datileras, los respaldos de los cuales están adornados por el verdor de la hiedra. A la derecha, un canal comienza su recorrido hacia dentro del parque, y detrás de los bancos una vegetación frondosa. El parque se ordena en dos sectores: una explanada a la sombra de los plátanos bordeada por aligustres y el lago y un sistema de pequeños cerros inspirado en los jardines decimonónicos de Fontserè. En la parte superior del parque hay un paseo con pérgola que rodea un polideportivo y las áreas de juego infantiles. El canal atraviesa en diagonal, desde la entrada por la calle Gran de la Sagrera hasta el extremo que bordea la calle del Pegaso, y el agua corre entre una vegetación exuberante y sombría que recuerda la de los bosques de ribera. Puentes tan originales como un de estilo tradicional japonés cruzan el canal en diferentes puntos de su recorrido.


Arte y arquitectura
En el pavimento de una pequeña plaza circular situada en un extremo elevado del parque se ha reproducido Pegaso, el caballo alado que fue el emblema de ENASA. De la antigua factoría se conserva la puerta de entrada que ahora es el acceso principal del parque, así como el edificio de oficinas, que ha sido destinado a equipamientos del barrio. Un recuerdo de la arquitectura industrial de mediados del siglo XX. El lago, como elemento más singular y eje vertebrador fue objeto de una rehabilitación integral en 2011. La intervención ha resuelto los problemas de filtraciones y de saneamiento que esta lámina de agua presentaba desde que se vació en 2008 como consecuencia del decreto de sequía. Por ello, se ha impermeabilizado el vaso del lago y se ha instalado maquinaria nueva para la recirculación de los caudales. Además, se han dejado las instalaciones preparadas para la futura conexión con la red de agua freática de la Sagrera que se está desarrollando. También se han renovado los manantiales y su iluminación con lámparas de bajo consumo. A todas estas mejoras hay que añadir que el control de la maquinaria se hace de manera teledirigida


Más información en El Atlas de la Biodiversidad