A la sombra de la cima del Tibidabo, cerca de Vallvidrera, en un hondonada de una atracción y de una belleza singulares, se esconde la Fuente de la Budellera, la más popular de entre las que conservan el Parque Natural de la Sierra de Collserola.
Nos encontramos, como por arte de magia, en un espacio íntimo y acogedor, fresco ya la vez amparado en una vegetación exuberante, que nos transmite la agradable sensación de estar -por unos instantes- aislados del mundo, de la prisa y los ruidos que conviven en Barcelona, en el otro lado de la cresta.